Nueva sección gatuna

Hola! Hoy traemos una nueva sección para ayudar a otro sector que también sufre el continuo abandono: los gatos.

Podréis ver en nuestra web que hemos incorporado una página para dar voz a las casas de acogida que han recogido a estos gatos para darles una vida mejor y darles una segunda oportunidad. Queremos dejar claro que en Huellas De Vida NO ACOGEMOS GATOS. Pero, como estamos mentalizados con el problema de los gatos callejeros y su abandono, hemos querido dar un paso más allá y hemos decidido ayudar dándoles visibilidad en nuestra web. Esperamos que tengan una suerte mejor que la que les ha tocado vivir hasta ahora. Por eso, desde Huellas De Vida, animamos a los amantes de los gatos a adoptar. ¡UNID@S HACEMOS MÁS!

Por desgracia, el abandono de animales en las calles de Villarrobledo es constante y aumenta cada día. Tenemos que luchar por una conciencia donde no haya sufrimiento ni maltrato animal e inculcar estos mismos valores a la gente del mañana para que no hayan animales vagando por las calles. Queremos dar las gracias a las personas que sí están concienciadas con este problema y que colaboran con nosotros de una u otra manera. ¡GRACIAS!

Huellas De Vida #animallovers

Síndrome de disfunción cognitiva

Al hacerse mayores las mascotas pierden las habilidades para enfrentarse a la rutina diaria. Muchos propietarios no le dan importancia a estos cambios. Sin embargo, deberían conocer los efectos que el envejecimiento tiene sobre sus mascotas y las posibilidades de tratamiento para reducir su progresión.

El síndrome de disfunción cognitiva se define como una enfermedad asociada a cambios de comportamiento de perros y gatos de edad avanzada y que están relacionados con una degeneración del sistema nervioso central.

Está causada por una oxigenación menos eficiente del cerebro que da lugar a una disminución de las funciones cognitivas, especialmente el aprendizaje y la memoria. Es muy similar a los síntomas que padecen las personas afectadas de Alzheimer.

Al tratarse de un proceso degenerativo, la aparición de los signos suele ser lenta y progresiva.

SÍNTOMAS 

  • Eliminación inadecuada. Se orinan y defecan en casa a cualquier hora.
  • Desorientación. Deambulan e incluso se pierden en zonas conocidas para ellos.
  • Actividad nocturna, cambios en el ciclo de sueño. Duermen más durante el día y permanecen más activos por la noche, llorando y ladrando.
  • Vocalización excesiva. Pueden ladrar más para llamar la atención. Por otro lado, debido a la disminución de la vista, audición y función cognitiva, se produce un aislamiento social y una falta de estímulos ambientales que compensan ladrando de manera constante.
  • Incapacidad para localizar sonidos y disminución en la respuesta a estímulos ambientales. Degeneración de los órganos de los sentidos.
  • Disminución de la interacción con los miembros de la familia.
  • Agresividad. Las enfermedades dolorosas pueden aumentar su irritabilidad y hacerles menos tolerantes a la manipulación.
  • Dificultad a obedecer órdenes básicas.
  • Se apartan cuando alguien les acaricia. No reciben al propietario con alegría como antes.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se basa en la historia y en los signos clínicos, tras haber descartado presencia de alteraciones neurológicas y orgánicas, realizando un examen neurológico y una analítica completa.

También se debe hacer un diagnóstico diferencial para descartar ansiedad por separación o neoplasias cerebrales, entre otras enfermedades.

TRATAMIENTO

Al ser una enfermedad crónica y degenerativa la evolución siempre será desfavorable a pesar del tratamiento paliativo que se encaminará a reducir los síntomas.

La Nutrición desempeña un papel fundamental. Se debe aportar una dieta específica y rica en antioxidantes, vitamina E, vitamina C, ácidos grasos… que luchen contra los radicales libres y protejan las membranas celulares.

Hay que administrar fármacos que producen una vasodilatación general y cerebral, que permiten una mayor irrigación sanguínea y, por lo tanto, una mayor oxigenación cerebral.

Otra medida apropiada consiste en ofrecer a la mascota un ambiente rico en estímulos que lo invite  a ser más activo mentalmente, como por ejemplo, juegos tipo Kong rellenos de comida, ejercicios diarios de adiestramiento sencillos o juegos.

Es aconsejable mantener las rutinas del animal en lo que se refiere a paseos, comidas y horarios de sueño. También se deben evitar cambios en el mobiliario de la casa, facilitar el acceso al agua y a las zonas apropiadas para la micción así como  instalar rampas para facilitar los movimientos.

Residencias caninas

Los perros son, sin duda, el animal de compañía favorito en nuestro país. Pero la llegada de la época estival convierte a esos desinteresados amigos en un estorbo, especialmente al planificar las vacaciones.

En nuestro país se abandonan anualmente alrededor de 125.000 perros. Parte de ellos consigue regresar a su hogar, pero el resto son sacrificados o mueren atropellados o desnutridos. El maltrato a los animales que se registra en nuestro país nos aleja de una Europa mucho más concienciada. De poco sirven las campañas de sensibilización que se lanzan cada verano para concienciar a los ciudadanos. El delito está contemplado como falta muy grave en la mayoría de las comunidades y conllevan unas sanciones que oscilan entre 300 y 18.000 euros.

Existen diversas opciones, tales como dejarlo con un familiar o un amigo, o llevarlo de viaje con nosotros, para lo cuál el animal debe estar en perfecto estado de salud y tener la cartilla sanitaria en regla. También debemos de asegurarnos de llevar su comida habitual y todos sus enseres como comederos y juguetes, para que nuestro perro se sienta lo más cómodo posible.

Otra alternativa es contratar el servicio de una residencia canina. Aunque en un principio pueden no parecer baratas (cuestan en torno a 10 euros diarios), conviene recordar todo lo que en ellas harán por nuestra mascota: le cuidarán, alimentarán, pasearán y lo mantendrán limpio. En ocasiones, la primera vez que pase unos días en la residencia canina el animal puede presentar un cuadro de depresión leve. Puede dejar de comer, pero en unos días lo asumirá.

Las residencias caninas se convierten, en la mejor opción  para las vacaciones de nuestra mascota, accesible para el bolsillo y sobre todo respetuosas con el animal.

Hay que fijarse en detalles que verdaderamente importan y que dan idea de cómo será tratado el perro en ausencia del propietario. Hay que solicitar hacer una visita para ver las condiciones reales. Mirar los boxes donde se alojan a los perros. El espacio mínimo aconsejable está alrededor de los 15 m2, por supuesto que estén limpios y cuenten con buena luz. Echar un vistazo a la comida que se les proporciona, y al ser posible que le proporcionen la misma marca que come habitualmente.

El espacio reservado al esparcimiento de las mascotas para poder correr, hacer ejercicio y jugar es importante que sea grande y que tenga lugares de sombra.  

Entre las últimas tendencias se pueden citar los spas caninos, con tratamientos de relax para los perros, y las escuelas de adiestramiento. En éstas se aprovecha la estancia para enseñar alguna norma de educación al perro.

Perros de caza, perros de casa

Muchos perros pasan su vida enjaulados o atados a una cadena y sin ningún tipo de protección ante las inclemencias del clima. Como si no fuera ya poco maltrato el vivir encerrados o encadenados a un mínimo espacio, deben sobrevivir al frío o al calor, los infortunios y, a veces, el hambre. La correa les impide cubrir sus necesidades más básicas y les aísla, impidiendo que convivan con otros animales de su especie, tal y como les corresponde por naturaleza, y así quedan atrapados en la soledad, la tristeza y la intemperie. Hoy en día, desgraciadamente, ocurre con mucha frecuencia, sobre todo en zonas rurales. Estamos mal acostumbrados a ver esta situación como algo normal.

Los bracos, los galgos, los podencos, y en general, todos los perros considerados razas utilizadas para la caza son los animales que más sufren el abandono, después de ser utilizados para la caza, y cuando ya no sirven, son abandonados a su suerte, y esto en el mejor de los casos. Sin embargo son de los animales más cariñosos que existen y eso muchas personas lo desconocen. Los ven sólo como perros de utilidad, como utensilios de trabajo, que cuando ya no sirven son desechados, sin saber realmente lo que pueden aportar en nuestro hogar.

Así mismo, existen dictámenes oficiales que señalan que los perros de caza no se crían para obtener algún producto útil al hombre, sino para colaborar con él en una actividad lúdica como es la caza, sin que ello suponga hacerles perder su condición primordial de animales de compañía. 

Existen solicitudes presentadas por algunas Federaciones de Caza ante distintas Consejerías de Agricultura, Pesca y Alimentación, pidiendo la exclusión de los perros de caza de la Categoría de animales de compañía, para así eludir el sistema establecido para la identificación individual de los perros. Lógicamente se les negó tal exención, al concluir que los perros utilizados para la caza deben regularse por la misma legislación que los perros de compañía, ya que éstos también pertenecen a la categoría de compañía.

Si  buscas un perro de compañía, el Braco Alemán es una de las mejores opciones.

Es una raza desarrollada sobre 1800 en Alemania, con la finalidad de ayudar en las tareas de caza. Es un perro polivalente, sin duda la raza más completa y eficiente para la caza, gracias a sus cualidades físicas y aptitudes innatas. Perro juguetón, incansable, activo, fiel, cariñoso, extremadamente inteligente y que sea el perfecto compañero para adultos y niños. Disfruta de los juegos y aprende con facilidad muchos trucos, sus favoritos siempre serán los de rastrear la presa, como pedirle que busque un objeto que haya olfateado previamente.

No es un perro para personas sedentarias, por ello se convierte rápidamente en el mejor amigo de los niños, resistiendo con energía todos sus juegos y en un buen compañero para quienes hacen deporte, pues siempre está dispuesto a caminar y correr junto a sus amos. El Braco necesita un amplio jardín, una parcela, un lugar donde pueda mantenerse entretenido. Si se va a tener en un piso, se debe sacar a diario y proporcionarle bastantes ejercicio físico y mental.

Son animales muy fieles y protectores, geniales compañeros para jóvenes y viejos, con un carácter bastante controlado y equilibrado, lo que los hace llevarse bien con otras razas.

Por otro lado, el  Yorkshire terrier es una raza producto de la combinación de Terriers escoceses e Terriers ingleses. La cría fue realizada para practicar la caza (sobre todo para roedores).

El Yorkshire Terrier es un perro muy vivaz, curioso y juguetón. De carácter equilibrado e inteligente está siempre alerta y es muy leal. Tiene cierta tendencia a ladrar y mordisquear lo cual hace que no sea aconsejable su trato con niños muy pequeños.

Por su aspecto físico necesita muchos cuidados de su pelaje. El Yorkshire está siempre dispuesto a jugar y divertirse, por lo que es un perro que al igual que el braco alemán, necesita una buena dosis de ejercicio diario. Actualmente, es el perro de compañía más popular y extendido.

Después de conocer a estas dos razas, yo me planteo una pregunta: ¿por qué si ambas razas fueron creadas para colaborar en las tareas de caza, son consideradas y tratadas de diferente forma? ¿Por qué un yorkshire se merece un sofá para dormir, el mejor pienso del mercado para mantener su pelaje en perfecto estado, y los abrigos más innovadores? y los bracos, ¿por qué están condenados a estar encerrados en fríos y lúgubres cheniles? ¿a permanecer atados y hacinados sobre sus propios excrementos?, ¿por qué solo se merecen comer pan duro y algo de pienso cuando se lo merecen y realizan bien su trabajo?,  ¿por qué no merecen ser socializados?…

El problema radica en la educación de nuestra sociedad, sobre todo en las zonas rurales. La consideración hacia los animales no es algo que se le haya inculcado a un individuo medio en nuestra sociedad, por lo que, es labor de los padres y de las instituciones de enseñanza, la educación de  los niños en el respeto a los animales.

Dado este vacío educativo, cada vez son más las asociaciones y protectoras de animales las que están desarrollando programas educativos orientados hacia los niños e intentan llegar a los colegios para difundir este mensaje.

Me he referido a esta raza en concreto, pero generalizando a todas las razas consideradas de caza y tan infravaloradas en nuestra zona geográfica. Por suerte, hoy en día, cada vez es más habitual ver este tipo de razas como perros de compañía. Poco a poco, se está empezando a apreciar a estos maravillosos perros. Actualmente, en las grandes ciudades del país, se pueden ver muchos galgos, bracos, setter, bretones… paseando por parques y calles.

Si buscas un fiel y cariñoso animal de compañía, ¡no lo dudes!

La socialización del cachorro

Cada día estamos más concienciados de la importancia de las alteraciones de comportamiento en nuestros animales de compañía, problemas que en determinadas ocasiones conlleva el abandono del animal o incluso el sacrificio, especialmente en los casos de agresividad. Circunstancias como malos tratos, predisponen a una agresividad, pero en la mayoría de las ocasiones, la agresividad tiene su origen en una inadecuada socialización. Por ejemplo, si a nuestro cachorro nunca lo hemos expuesto al contacto con niños, o sí lo hemos hecho pero siempre ha ido asociado a temor por nuestra parte, o a que el niño le acariciara bruscamente, inconscientemente estamos provocando que nuestro cachorro asocie que la presencia de un niño conlleva una experiencia desagradable, y la consecuencia es que cuando ese perro va creciendo, ve a los niños como algo negativo y empieza a ladrar, gruñir e incluso atacar.

Debemos ser conscientes de la importancia de este período llamado socialización, porque las experiencias vividas en dicha etapa asentarán las bases de la conducta futura de nuestra mascota. Y si lo hacemos correctamente, estaremos ayudando a prevenir problemas de comportamiento.

La socialización comprende en el perro desde las 3 a las 12 semanas de vida, a esta edad presenta una mayor predisposición a establecer vínculos sociales con miembros de su especie y de otras, incluido el hombre. Debemos exponer al cachorro a numerosos estímulos, asegurándonos de que cada situación a la que se enfrente sea una experiencia positiva. Si lo conseguimos, se sentirá seguro y relajado ante nuevos ambientes, objetos, personas y animales. Debemos evitar cualquier tipo de castigo; especialmente el físico, y recompensar las conductas positivas con juguetes o con premios de comida. Y además, es una buena etapa para empezar a inculcarle las primeras pautas de obediencia.

Aunque la socialización es un período crítico en la vida del perro, es importante recordar que nuestros animales siempre están aprendiendo, independientemente de la edad, por esa razón siempre hay que exponerlo a cualquier tipo de estímulo y hacer dicha experiencia agradable para él.

Si en la socialización de nuestro cachorro se cometieran errores, la consecuencia principal sería el miedo. La reacción normal de un cachorro ante una nueva situación es explorarla, pero si con ella va unida un estímulo desagradable, el animal no querrá volver a experimentar esa situación y entonces, la reacción del cachorro será de miedo, y ante el miedo un animal puede responder de tres formas: quedándose inmóvil, huyendo o agrediendo. En la primera, nuestro cachorro estará padeciendo un estrés muy acusado, en la segunda no responderá a nuestra llamada, y en la última opción, tendremos un cachorro que aprenderá a gruñir, ladrar y morder para evitar esa situación que le genera miedo. Todos estos problemas  empeorarán conforme el animal crezca. Y al final, será necesario recurrir a un profesional  para poder solucionare el problema. Por esa razón, es preferible pedir consejo cuando aún nuestro perro es cachorro y se puede moldear fácilmente su conducta. Porque el mayor éxito en la resolución de los problemas de comportamiento es la prevención de los mismos.

A continuación, se detallan diversas situaciones y estímulos a los que hay que exponer a nuestro cachorro. Siempre se debe hacer de forma gradual, para evitar conseguir el efecto contrario, es decir, provocar nosotros mismos el miedo. Éstas son:

  • Personas: cuando el contacto con el hombre es insuficiente o nulo se producen conductas antisociales, el perro desarrolla miedo hacia las personas y puede mostrar agresividad hacia ellas. Hay que exponerlo a niños, ancianos, personas que van en bicicleta…toda la variedad posible, se deben incluir los peluqueros caninos y los veterinarios, para evitar el pánico de nuestras mascotas cuando entran a una clínica. Este acercamiento debe hacerse suavemente y sin movimientos bruscos, y pidiéndole a la persona en concreto que le ofrezca al cachorro premios , o premiar nosotros mismos mientras el cachorro se muestre relajado. Recordar que se premia la conducta que muestra el animal, y si premiamos cuando el cachorro esta incómodo o asustado estaremos reforzando esa conducta, en estos casos es mejor ignorarlo, alejarnos, y volver a intentarlo en otro momento pero con mayor suavidad.
  • Otros perros: la separación temprana del cachorro de su madre y sus hermanos provoca una insuficiente socialización con otros perros, q puede provocar un apego excesivo hacia su propietario y, de nuevo, puede reaccionar con miedo y con agresividad hacia otros perros. Los veterinarios aconsejan que hasta que no estén desparasitados y vacunados por completo no se saquen a pasear, pero lo que sí se puede hacer es sacarlo a la calle en brazos, no dejarlo nunca en el suelo y no dejar que ningún perro entre en contacto estrecho con él. Aunque el acercamiento no sea físico, nuestro cachorro ve, huele y oye a otros perros, y mientras se muestre relajado se puede ir premiando. Progresivamente, no podemos introducirlo en un grupo grande de perros si no lo hemos socializado previamente con grupos pequeños.
  • Otras especies: la aproximación debe hacerse progresivamente, asegurándonos que el otro animal este sano, vacunado, desparasitado y que lo conozcamos, para evitar mordiscos y/o arañazos al cachorro.
  •  Ambientes: si se produce un aislamiento a estímulos ambientales, tendremos un perro con tendencia a padecer miedos, convirtiéndose en un animal inseguro y con baja capacidad de aprendizaje. Inicialmente, hay que acercar al cachorro a entornos tranquilos, y poco a poco aumentar la intensidad de los mismos.
  •  Ruidos: la fobias a ruidos es muy frecuente , desde el secador, una aspiradora, coches, motos, los petardos y los truenos. Si en esta edad exponemos a nuestra mascota a estos sonidos la probabilidad de desarrollar fobias desciende . Se debe empezar en casa, reproduciendo uno de estos sonidos a baja intensidad, y conforme nuestra mascota se muestre relajado se procede a aumentar progresivamente el volumen. Debemos tener cuidado: si nuestro perro se asusta se esconderá y nosotros al intentar tranquilizarlo, con abrazos y palabras suaves, estamos premiando que tenga miedo.
  • Lenguaje corporal: el perro entiende las señales que emitimos, por lo tanto, seremos cuidadosos con éstas para evitar reforzar conductas inadecuadas. Por ejemplo, si nuestro perro ladra, gritarle o reñirle no sirve de nada, porque así el perro recibe nuestra atención y volverá a ladrar para obtenerla. Es difícil interpretar el lenguaje corporal de nuestras mascotas si no estamos acostumbrados a ello, por eso es necesario pedir ayuda a profesionales del comportamiento para aprender a reconocer las señales de nuestro cachorro, porque saber interpretar que se siente frustrado o inseguro es fundamental para una correcta socialización.

Si somos conscientes de la importancia de la socialización, y constantes al llevarla a cabo, obtendremos como resultado un perro seguro de sí mismo y sin temores, capaz de enfrentarse a cualquier situación que se le presente. Siempre que  surja cualquier duda sobre la conducta de vuestra mascota podéis recurrir a los profesionales en conducta animal.