Educación básica y adiestramiento

El perro desciende el lobo. Es una animal de manada y gregario (estatus jerárquico).

El cachorrito nace con una serie de rasgos hereditarios marcados por la genética. A lo largo de su vida, adoptará pautas y comportamientos aprendidos (vivencias) que determinarán su carácter final.

Debemos evitar el antropomorfismo, es decir tratar a nuestra mascota como si fuese un humano. Ésta es la principal causa de los problemas de comportamiento.

Durante el primer año de vida, tiene lugar la mayor parte de los aprendizajes. Diferenciamos varios períodos en esta etapa, destacando principalmente:

Período Neonatal: (comprende de los 0 – 15 días). El aprendizaje se produce mediante la interacción con la madre. Desarrollan el instintos de mamar, defecar …. Abren los ojos y los oídos y se empieza a desarrollar su capacidad motora. Impronta.

  • Período de Sociabilización: (3 semanas-3 meses). Es el primer período de la enseñanza, en el cuál lo más importante es sociabilizar al perro con los humanos y con otro perros, lo que evitará futuros problemas de comportamiento, que conllevan un gran número de abandonos. Perros separados de la camada antes de las 6ª semana, tendrán problemas de comunicación con otros perros, mientras que si la separación se produce después de la 10ª semana, tendrán problemas con humanos. El momento ideal para el destete se aproxima la 8ª semana de edad. Debemos proporcionarles el mayor número de experiencias, y ordenes básicas como: bien, mal, aquí, ir a su sitio…

Si les proporcionamos unas normas de comportamiento social, podrán llevar una existencia y convivencia sin problemas.

El 2ª período de enseñanza se denomina adiestramiento. Podemos enseñarles las posiciones de sentado, tumbado, quieto, saltar… Y deportes tales como el agility, dog dancing

Siempre se realizará la enseñanza en positivo, es decir, utilizando siempre premios, ya que el adiestramiento debe ser un juego para el perro.

Al igual que es vital entender sus necesidades sanitarias y fisiológicas, es importante una adecuada estimulación mental. La conseguiremos mediante juguetes que evitaran el aburrimiento, relajarán las tensiones diarias, potenciarán el ejercicio físico y fortalecerán los lazos afectivos perro – dueño.

Podemos usar:

  • Pelotas de distintos tamaños y texturas.
  • Huesos de cuero duro (que también ayudan a mantener la dentadura bien).
  • Juguetes que emiten pitidos al morderlos.
  • Tiradores o cuerdas. Si el perro es tímido si son recomendables para estimular su carácter dejándole ganar. Si por el contrario, es dominante, nunca podemos dejarlo ganar.

No debemos usar:

  •  Juguetes con formas específicas de animales, porque pueden animarlos a agredir a los verdaderos.
  • Los que imitan formas de objetos caseros, tales como zapatillas (para evitar destrozos en las auténticas).
  • Juguetes no apropiados para ellos que se puedan fragmentar y se los pueden tragar.