Al hacerse mayores las mascotas pierden las habilidades para enfrentarse a la rutina diaria. Muchos propietarios no le dan importancia a estos cambios. Sin embargo, deberían conocer los efectos que el envejecimiento tiene sobre sus mascotas y las posibilidades de tratamiento para reducir su progresión.
El síndrome de disfunción cognitiva se define como una enfermedad asociada a cambios de comportamiento de perros y gatos de edad avanzada y que están relacionados con una degeneración del sistema nervioso central.
Está causada por una oxigenación menos eficiente del cerebro que da lugar a una disminución de las funciones cognitivas, especialmente el aprendizaje y la memoria. Es muy similar a los síntomas que padecen las personas afectadas de Alzheimer.
Al tratarse de un proceso degenerativo, la aparición de los signos suele ser lenta y progresiva.
SÍNTOMAS
- Eliminación inadecuada. Se orinan y defecan en casa a cualquier hora.
- Desorientación. Deambulan e incluso se pierden en zonas conocidas para ellos.
- Actividad nocturna, cambios en el ciclo de sueño. Duermen más durante el día y permanecen más activos por la noche, llorando y ladrando.
- Vocalización excesiva. Pueden ladrar más para llamar la atención. Por otro lado, debido a la disminución de la vista, audición y función cognitiva, se produce un aislamiento social y una falta de estímulos ambientales que compensan ladrando de manera constante.
- Incapacidad para localizar sonidos y disminución en la respuesta a estímulos ambientales. Degeneración de los órganos de los sentidos.
- Disminución de la interacción con los miembros de la familia.
- Agresividad. Las enfermedades dolorosas pueden aumentar su irritabilidad y hacerles menos tolerantes a la manipulación.
- Dificultad a obedecer órdenes básicas.
- Se apartan cuando alguien les acaricia. No reciben al propietario con alegría como antes.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en la historia y en los signos clínicos, tras haber descartado presencia de alteraciones neurológicas y orgánicas, realizando un examen neurológico y una analítica completa.
También se debe hacer un diagnóstico diferencial para descartar ansiedad por separación o neoplasias cerebrales, entre otras enfermedades.
TRATAMIENTO
Al ser una enfermedad crónica y degenerativa la evolución siempre será desfavorable a pesar del tratamiento paliativo que se encaminará a reducir los síntomas.
La Nutrición desempeña un papel fundamental. Se debe aportar una dieta específica y rica en antioxidantes, vitamina E, vitamina C, ácidos grasos… que luchen contra los radicales libres y protejan las membranas celulares.
Hay que administrar fármacos que producen una vasodilatación general y cerebral, que permiten una mayor irrigación sanguínea y, por lo tanto, una mayor oxigenación cerebral.
Otra medida apropiada consiste en ofrecer a la mascota un ambiente rico en estímulos que lo invite a ser más activo mentalmente, como por ejemplo, juegos tipo Kong rellenos de comida, ejercicios diarios de adiestramiento sencillos o juegos.
Es aconsejable mantener las rutinas del animal en lo que se refiere a paseos, comidas y horarios de sueño. También se deben evitar cambios en el mobiliario de la casa, facilitar el acceso al agua y a las zonas apropiadas para la micción así como instalar rampas para facilitar los movimientos.